Acabados Superficiales

Todas las piezas requieren de un acabado que asegure que las posibles rebabas no queden adheridas a las piezas, que permita modelar sus aristas vivas y minimizar las rebabas en los cierres de molde.

Con ello, se consigue evitar un repaso manual una a una de todas las piezas, en especial cuando se trata de grandes volúmenes.

No obstante, si las exigencias de nuestros clientes son más estrictas, el control 100% de las piezas es inevitable para poder entregarlas bajo los altos estándares de calidad requeridos.

Granallado

Gracias a la proyección de granalla de acero a gran velocidad, se dota a la pieza en estado bruto de un acabado rugoso y homogéneo, debido a la eliminación de los contaminantes o restos de molde. Para obtener este efecto, contamos con una granalladora con bolas de acero inoxidable (75% Ø0.3mm y 25% Ø0.4mm)

Es un proceso en el cual se introducen las piezas en un bombo giratorio que permite suavizar las piezas en su totalidad con un acabado más rugoso. Este acabado está recomendado para piezas pintadas porque permite una mejor adherencia y para piezas con agujeros/ventanas porque la propia granalla utilizada puede limpiar con mayor eficacia estas zonas.

Vibrado

Para las piezas que exigen una baja rugosidad ofrecemos el proceso de vibrado que es una operación que nos permite alcanzar acabados con una óptima calidad de pulido. Esta técnica se realiza mediante la vibración con materiales abrasivos dentro de un bombo horizontal, mejorando así el acabado al eliminar aristas, rebabas, aceite de un posible mecanizado y otorgando a la pieza mayor uniformidad superficial.

En JULCAR, contamos con la capacidad para poder realizar un pulido por vibración con diferentes chips de acabado que pueden ser de plástico (menos agresivos), cerámico (más agresivos) y de diferentes formas (piramidales, cilíndricos, etc), a los que además les podemos complementar con una limpieza con agua para eliminar impurezas. La adecuada elección dependerá de la geometría de la pieza.